El Contable Curioso

30 de junio de 2013

Contabilización del Impuesto de Sociedades

Para calcular el impuesto de sociedades partiremos del resultado contable al que realizamos dos tipos de ajustes que podrán ser positivos o negativos:
-          Por diferencias permanentes (ej.sanciones, gastos no necesarios para la actividad empresarial, etc).
-          Por diferencias temporarias (ej. leasings, diferencias en amortización, etc).

Una vez ajusto el resultado contable antes de impuestos por estas diferencias, obtendremos la base imponible previa. 

Esquema de cálculo del impuesto de sociedades.

A la base imponible previa le restaremos las bases imponibles de ejercicios anteriores para obtener la base imponible. En este punto, cabe mencionar que el límite de tiempo para desgravarse una base negativa es sumamente amplío (18 años), y tendremos que guardar toda la documentación del ejercicio de la base negativa en cuestión por si tuviéramos una inspección. Si por ejemplo tenemos una base negativa del ejercicio 2004 y nos revisasen, si bien no podrían reclamarnos nada por el impuesto de sociedades de ese año, si que nos podrían quitar esta base negativa si no aportásemos la documentación justificativa.

A la base imponible le aplicaremos el tipo de gravamen, obteniendo en este caso la Cuota Integra. El tipo de gravamen es en general del 30%. Pero en Pymes se reduce al 25% para los primeros 300.000 euros y al 30% para el resto de base. Para obtener la consideración fiscal de pyme, que no coincide con la contable, se deber tener una cifra de negocios menor de 10.000.000 euros. Para el caso de pymes que mantengan empleo y facturen menos de 5 millones de euros los porcentajes se reducirán al 20% hasta los 300.000 euros y al 25%  para el resto siempre que tengan menos de 25 empleados. 

A la cuota íntegra le restaremos las deducciones y bonificaciones que después de las continuas reformas en esta materia son bastante escasas, destacando la deducción por doble imposición, deducción para incentivar determinadas actividades (I+D, contratación de minusválidos, etc), deducción por reinversión... Esta deducciones tienen un límite del 25% de la cuota integra y no pueden hacer nunca negativa la cuota. El resultado de la diferencia de la cuota integra y las deducciones y bonificaciones es la cuota líquida que será nuestra cuenta contable 6300.

A la cuota líquida le restamos las retenciones y pagos a cuenta (contablemente, nuestra cuenta 473), obteniendo finalmente la cuota diferencial que será lo que debemos pagar (cuenta 4752) o nos deben devolver (4709). 

Veamos el siguiente ejemplo: Supongamos una empresa de reducida dimensión (ERD) con los siguientes datos:
  • Presenta un beneficio antes de impuesto de 100.000 euros.
  • Tiene tickets de comidas en restaurantes que no ha podido justificar por importe de 1.000 euros.
  • Se ha comprado un ordenador por 500 euros el día 01/01/X1 con vida útil de 4 años y que goza de libertad de amortización fiscal.
  • Ha firmado también el día 01/01/X1, un contrato de leasing de una furgoneta por 30.000 euros y vida útil de cuatro años, pagando este año X1 cuotas de capital por importe de 10.000 euros.
  • Tiene una base negativa del ejercicio anterior de 5.000 euros.
  • Tiene diversas deducciones este año por 1.000 euros.
  • Se le han practicado retenciones a lo largo del año X1 por importe de 2.000 euros.
El RAI del que partimos de contabilidad son 100.000 euros. Los tickets de restaurantes constituyen una diferencia permanente pues fiscalmente no nos los podremos deducir para el cálculo del impuesto, por lo que constituirán una diferencia positiva permanente en la medida que aumentan nuestro resultado y no se compensan en ejercicios posteriores. 

Vamos a suponer que la empresa quiere pagar lo mínimo posible de IS este año, por lo que decidirá amortizar fiscalmente el 100% del valor del ordenador (500). Contablemente, como tiene una vida útil estimada de 4 años, tendrá una dotación de 125 euros. Por lo que la diferencia entre la amortización contable y fiscal origina una diferencia temporaria, en este caso negativa, de 375 euros que revertirá en futuros ejercicios. 

Con la furgoneta en leasing pasa algo similar, contablemente tendrá una dotación a la amortización por la cuarta parte del valor del bien ( 30.000 euros / 4 años = 7.500 euros). Si bien fiscalmente se puede amortizar la cantidad de capital amortizado durante el ejercicio. Esta cantidad solo incluirá amortización del capital (principal pendiente) y no debemos incluir los intereses pagados (que ya son gasto del ejercicio tanto contable como fiscal en la cuenta 66x correspondiente). La diferencia entre la amortización la mayor amortización fiscal y menor contable será una diferencia temporaria negativa  (10.000 - 7.500 = 2.500 euros).

En este último apunte, hay que precisar que los 10.000 euros  no superan el límite del artículo 115 LIS del triple del valor amortizado del bien en leasing para ERD (30.000 x 25% x 3).

Teniendo en cuenta estas tres diferencias, la BASE IMPONIBLE PREVIA será de 98.125 euros.

Le restaremos ahora los 5.000 de base negativa del ejercicio anterior, obteniendo una base imponible de 93.125 euros. A esta base imponible le aplicamos el tipo de gravamen correspondiente, que en este caso supondremos que es del 25%, por lo que su cuota íntegra será de 23.281,15 euros. 

Como teníamos deducciones por importe de 1.000 euros incurridas en el ejercicio, se las restaremos a la cuota íntegra para obtener la cuota líquida, 22.281,25 euros. Por último le restamos las retenciones de 2.000 euros y tendremos que la empresa debe desembolsar la cantidad de 20.281,25 euros que es su cuota líquida. 


La contabilización será como sigue:

Por el reconocimiento de las diferencias temporarias negativas que nacen en el ejercicio (2.875 x 25%):
Por la base negativa que hemos compensado en el ejercicio (5.000 x 25%):

Por el reconocimiento del impuesto y de la deuda con la Administración:


En el año X2, vamos a suponer que: 
  • Como consecuencia de un incendio en sus almacenes, el resultado contable antes de impuesto ha ascendido a 1.000 euros.
  • Durante este año se ha sorteado un viaje al Caribe entre sus clientes por importe de 1.200 euros.
  • La cuota de recuperación del leasing ha sido de 11.000 euros.
  • En el mes de agosto dotó un deterioro de un cliente por una deuda que vencía ese mismo mes cuyo importe es de 1.000 euros.
  • Las retenciones practicadas en el ejercicio han sido de 2.000 euros.

Al resultado antes de impuestos de 1.000 euros le practicaremos los siguientes ajustes:

 - Una diferencia temporaria positiva de 1.000 euros por el deterior ya que desde la fecha de vencimiento de la deuda y la fecha de cierre del ejercicio han transcurrido menos de seis meses.
 - Una diferencia temporaria negativa por la furgoneta en leasing de 3.500 euros (11.000 - 7.500)
 - Una reversión parcial parcial de la diferencia temporaria negativa por el ordenador del ejercicio anterior por importe de 125 euros, correspondiente a la diferencia entre la amortización contable y fiscal de ese año (125 - 0).

Por todo ello obtenemos una base imponible previa de -1.375 euros. El impuesto corriente será cero, por lo que la Administración nos devolverá el importe que hayamos adelantado durante el año (retenciones practicadas) por importe de 2.000 euros. Siendo nuestra cuota diferencia de -2.000 euros. 

La contabilización del impuesto será como sigue: 

El reconocimiento de la deuda de la Hacienda Pública a favor de la empresa:




Por la diferencia temporaria negativa fruto del leasing (3.500 x 25%):

Por el deterioro contabilizaremos una diferencia temporaria positiva que nace en este ejercicio (1.000 x 25%):
Por la reversión en positiva de la diferencia temporaria negativa del año anterior del ordenador (125 euros este año x 25%):
Por el reconocimiento de la base negativa de este ejercicio (1.375 x 25%):


... Y ya tendríamos contabilizado el impuesto de sociedades. 

Por último, interesa destacar que las pérdidas serán reconocidas como créditos fiscales solo si estas pérdidas son excepcionales (en el ejemplo, se ha supuesto que ha sido por un incendio). Por lo que si no tenemos ningún hecho excepcional que justifique estas pérdidas, no lo deberíamos reconocer pues estaríamos creando un activo y una mejora del patrimonio neto de la empresa que podría evitar o retrasar una posible situación de quiebra técnica, por lo que en estos casos convendrá registrar el crédito fiscal de golpe en el ejercicio cuando la empresa inicie una senda de beneficios positivos.



22 de junio de 2013

Eliminar celdas en blanco de un plumazo

Excel nos facilita muchas tareas repetitivas consistentes en dar el formato adecuado a nuestros datos. Uno de estos menesteres que, puede ser más tedioso si lo hacemos manualmente,  es la búsqueda de filas en blanco o con datos irrelevantes que queremos eliminar.

Para ilustrar lo que vamos a hacer, tomemos como ejemplo la siguiente hoja Excel con datos de consumo diario de materias primas:

Como podemos ver, nos refleja los stocks de materia prima al inicio y final del día, junto con consumos, altas y mermas producidas.

En nuestra tabla se reflejan también las filas correspondientes a sábados y domingos que para la empresa no son laborables y no contienen datos, así mismo también aparece el resumen semanal de consumos, altas de materia prima y mermas. Estas filas no tendrían ningún interés si por ejemplo fuésemos a crear posteriormente una tabla dinámica para analizar los movimientos que ha habido en nuestro almacén, por tanto vamos a proceder a su eliminación

Para ello vamos a utilizar el comando "Ir a" que nos ofrece Excel. Este comando es mucho más útil de lo que aparenta en principio y vale tenerlo localizado en la barra de acceso rápido. En la imagen siguiente aparecen los pasos a seguir: En primer lugar hacemos clic sobre "Más comandos" en el desplegable de  la barra de acceso  rápido (1), se nos abrirá entonces una nueva ventana con las opciones de Excel relativas a la barra de herramientas de acceso rápido. Entre éstas, está la de personalización de la añadir los comandos que queramos. Es importante que seleccionemos la opción de mostrar todos los comandos en el desplegable (2) o en caso contrario el comando "Ir a" puede que no aparezca en el listado. Una vez localizado el comando (3), haremos clic en agregar y aceptaremos. 

Desde la versión de Office 2007, se nos ofrece la opción de añadir los comandos que más utilicemos a la barra de acceso rápido. Esta posibilidad no solo la tendremos en Excel sino también en los demás programas que integran el paquete Office.

Una vez llegados a este punto y si lo hemos hecho todo correctamente, nos aparecerá un nuevo botón que representa el comando "Ir a" en forma de flecha azul en la barra de acceso rápido.

Ya tenemos todo lo necesario para eliminar las filas de sábados, domingos y resúmenes semanales. El uso que haremos del comando "Ir a" es simple: le pediremos que localice las celdas en blanco y que elimine toda la fila donde aparecen éstas.

 Observemos que para los fines de semana, las columnas "C, D, E, F, G" no contienen datos, mientras que para la fila del resumen semanal nos aparece el sumatorio de consumos, compras de material (entradas) y mermas y que en las casillas de stock inicial y final aparecen unos guiones. Aunque lo podríamos hacer en un solo paso, vamos a hacerlo en dos: Primero eliminaremos las filas de sábados y domingos y luego haremos lo propio con la de resumen semanal.

Seleccionaremos cualquiera de las columnas donde aparecen datos en blanco en las filas de fines de semana, por ejemplo podemos seleccionar toda la columna "C". A continuación iremos al comando "Ir a" donde seleccionaremos "Especial" y "Celdas en blanco" en la nueva ventana que aparezca.


Con ello, se nos habrán seleccionado todas las celdas de la columna C que estén en blanco. A continuación haremos clic con el botón derecho sobre cualquiera de ellas y seleccionaremos "Eliminar" y "Toda la fila".

Con ello, habremos eliminado las filas de sábados y domingos que no nos ofrecían datos útiles, por lo que solo nos quedará ahora eliminar las respectivas a los totales semanales.


Para seguir con la misma herramienta que hemos usado antes, nuestro objetivo ahora es que en la fila de totales semanales aparezca alguna celda en blanco, como no es así tendremos que hacer que Excel sustituya algún contenido de estas filas que no se repita en los demás días de la semana por una celda vacía. Por ejemplo podemos utilizar el comando "Reemplazar" y sustituir los guiones (----) o "Total semana" por celdas en blanco, con lo que buscaremos estos guiones o "Total semana" teniendo especial cuidado en no poner nada en el apartado de reemplazar con, tal como muestra la imagen:

También hubiéramos podido hacer lo mismo buscando en la columna correspondiente a fechas las palabras "Total semana" o reemplazando un guión en las columnas C, D, E, F, G o en todas ellas.
Con ello habremos provocado que aparezcan celdas vacías en las filas respectivas a los resúmenes semanales, con lo que volveremos a utilizar el comando "Ir a" del paso anterior para eliminar ahora las filas de totales.  El resultado final será el siguiente:

¡¡ Adiós celdas en blanco !!
Ahora que sabemos como funciona este comando, si nuestro primer paso hubiera sido preparar nuestra tabla para que en estas últimas filas también apareciesen celdas en blanco, podríamos haberlas eliminado conjuntamente a la de sábados y domingos... ¡ por lo que deberemos estar atentos y avispados para aumentar nuestra productividad y realizar nuestras tareas de la forma más rápida posible !


1 de junio de 2013

La nube es también musical

El consumo actual de música es muy diferente al que existía hace poco más de una década. Aquel tiempo en que era preciso ir cargados con un Walkman y un par de CDs con unas cuantas canciones queda ya muy atrás. La aparición del primer iPod de Apple en otoño de 2001 revolucionó la industria musical ya que nos permitía llevar con nosotros varios centenares de canciones en un solo dispositivo que cabía en la palma de la mano.

Los tiempos continúan cambiando y prueba de ello es que en noviembre de 2011 aparecía otra creación de Apple: iTunes Match en el que podíamos subir toda nuestra biblioteca musical a la nube y acceder a ella desde cualquier lugar. Además podíamos escanear nuestra biblioteca e iTunes Match detectaría que canciones están disponibles en el store de Apple para darnos acceso a una versión con la máxima calidad de audición. Esto es, podríamos blanquear todas nuestras canciones, hasta un límite de 25.000, independientemente de como las hubiésemos conseguido (comprándolas legalmente o conseguidas en redes P2P) y convertirla en totalmente legal y si no lo era antes, a 256Kbps agregándole su portada y metadatos... todo ello previo pago de una cuota anual de 24,99 euros.

Apple destaca por ofrecer servicios innovadores y ser los pioneros en el sector.


Un año después aparecía Amazon Cloud Player, coincidiendo con la apertura de su tienda de música. Su funcionamiento es muy similar: nos permite subir toda nuestra música (con un límite de 250.000 canciones) a los servidores de Amazon, pudiendo escanear nuestras canciones en búsqueda de coincidencias en su tienda  para ser, de este modo, convertidas a una calidad superior y en MP3. Al igual que el servicio de la manzana, la cuota anual es de 24,99 euros.

Con motivo de la inauguración de la tienda de música de Amazon, se estrenó este servicio que multiplicaba por diez el límite de canciones para poder subir a la nube.


El último en aparecer ha sido el servicio gratuito que nos ofrece Google con su Google Play Music. Al igual que en los casos anteriores, nos permite almacenar en la nube nuestra biblioteca guardada en nuestros dispositivos para después poder escucharla vía streaming desde nuestro smartphone (por ahora no hay versión oficial para iOS) u ordenador. Del mismo modo, si se encuentran coincidencias con las canciones que ofrece Google Play, estas canciones pasan a ser blanqueadas a una calidad de 320Kbps. Y lo mejor de todo: completamente gratis y hasta un límite de 20.000 canciones, algo menor que lo ofrecido por la competencia de pago, pero suficiente para cualquier usuario medio.

Para poder utilizar el servicio de Google Play Music debemos registrarnos o asociar una cuenta de cualquiera de los servicios de Google (Gmail, Google Plus, Youtube, etc).

Lo más cómodo es asociar nuestra cuenta de Google, si todavía no tenemos una, ya va siendo hora de que la tengamos y disfrutemos de los servicios que nos ofrece el gigante de Mountain View.


Una vez iniciada sesión, deberemos descargarnos el gestor Music Manager con el que sincronizaremos nuestra biblioteca.

Con Music Manager podremos sincronizar de manera automática las carpetas de nuestro equipo, añadiéndose de forma automática todas las canciones que posteriormente incorporemos.


Además como en el resto de servicios podremos acceder a nuestra colección musical desde cualquier ordenador o dispositivo con  Android (actualizado al menos a su versión Jelly Bean).

Vista de mi biblioteca musical actual.