El Contable Curioso

27 de abril de 2013

Definición (breve) del sistema de coste ABC

En el método de cálculo de coste basado en actividades (Activity Based Costing o "ABC"), es un sistema para el cálculo del coste de las actividades y productos. Aunque se empezó a utilizar en empresas industriales, su uso se ha extendido también al sector servicios.

En este sistema, los costes directos se asignan directamente a cada unos de los productos como sucede en el sistema de costes tradicional. Es en los costes indirectos donde su distribución entre las distintas actividades que realiza la empresa, requerirá por parte del controller un mayor análisis y conocimiento de las causas que generan dicho coste. Para ello es imprescindible conocer perfectamente el entramado productivo y organizativo de la empresa.

Como hemos comentado, el sistema ABC utiliza como base las actividades desarrolladas en la empresa. En este caso, tendremos que que entender como actividad todo proceso individualizado en que la empresa emplea unos inputs para lograr unos outputs. No debemos confundir actividades con áreas funcionales, pues un área funcional (por ejemplo compra de materias primas) englobará distintas actividades (realización de pedidos, recepción de la MP, control de calidad, almacenaje, manipulación, etc.).

Si en el sistema de coste convencional partíamos de la premisa que los productos/servicios consumían recursos, en el sistema ABC diremos que los productos/servicios consumen actividades y son éstas las que consumen recursos.

Una identificadas las actividades relevantes y asignados los costes indirectos a cada una de ellas en proporción al número de recursos utilizados, tendremos que identificar los inductores de coste apropiados para cada actividad e imputar los costes indirectos a los productos.

Los costes indirectos se distribuirán entre las distintas actividades y estas se repartirán entre distintos inductores de coste.

No debemos olvidar tampoco las distintas tipologías de actividades según el nivel de actuación de las actividades respecto al objetivo de coste y que el sistema convencional no contempla, así distinguiremos:

  • Actividades a nivel de unidad de producto: Las que están relacionadas con la cantidad (volumen) de productos o servicios realizados. Es decir, el nivel de actividad (ej. 200 sillas).
  • Actividades relacionadas con lotes: No dependen del volumen de producción, sino por el número de lotes (entendido como series) que se llevan a cabo. Por ejemplo, si la capacidad máxima de un lote es de 300 sillas, un coste de este tipo de actividad sería idéntico para un lote de 50 sillas que para uno de 300. 
  • Actividades a nivel de producto: Son las vinculadas con los distintos productos o servicios que fabricamos y comercializamos, por ejemplo fabricar sillas y fabricar taburetes (independientemente del número que fabriquemos de cada una de ellas). 
  • Actividades a nivel de empresa: Dependen de la estructura de la organización. Los costes incurridos en el desarrollo de estas actividades serán llevados a márgenes y resultados.
La dificultad de plasmar el sistema ABC en la práctica se compensa por la multitud de ventajas que ofrece frente al sistema convencional:
    •  Mejora la precisión del coste y elimina distorsiones en el cálculo.
    • Permite conocer los recursos consumidos al conocer en qué actividades se están consumiendo y si estas son eficientes o no.
    • Permite implantar sistemas de mejora continua al disponer de información sobre las actividades llevadas a cabo y el coste de éstas.
    • Mayor detalle en la identificación de los costes al conocer su origen y donde se imputa el mismo.
Este sistema es sumamente recomendable en empresas con altos costes indirectos que realizan varios productos/servicios para los que realizan un elevado número de actividades. 

21 de abril de 2013

Crear listas en Facebook para mejorar la privacidad

Una de las opciones más interesantes que existen en Facebook es la creación de listas de contactos al más puro estilo de los círculos de Google Plus. Esta función es sumamente importante a la hora de fortalecer nuestra privacidad en las redes sociales pues discriminaremos quien puede ver nuestras publicaciones.


Para crear una lista, una vez iniciada nuestra sesión, nos situaremos en la página principal de Facebook (el muro principal), para dirigirnos luego al apartado de “Amigos” en  la parte izquierda. Si hacemos clic sobre este título (“Amigos”), se nos mostrará las listas que vienen por defecto en Facebook (mejores amigos, familia,  conocidos…) así como cualquier otra que ya hubiésemos creado previamente.
 

Es recomendable crear más listas pero esto dependerá de nuestras preferencias y del tipo de publicaciones que hagamos habitualmente. Si fuera el caso, para añadir una lista adicional utilizaríamos el botón de “Crear Lista” de la parte superior de la pantalla, lo que nos permitiría añadir inmediatamente después qué contactos queremos incluir en ella.



Si queremos incluir algún contacto a una lista que ya tuviésemos creada (porque la hubiéramos creado previamente o fue creada automáticamente por Facebook), tendremos que visualizar todos nuestros contactos (si estamos en la pantalla de visualización de listas, podemos entrar desde el botón justo al lado de crear una nueva lista). Una vez aquí, veremos un botón al lado de cada uno de nuestros contactos en el que si hacemos clic sobre él, se abrirá un menú contextual donde aparecerán las listas que tenemos creadas así como también se nos dará la opción de “Agregar a otra lista” en la que también podremos desde aquí crear y reclasificar a nuestros contactos.



Una vez clasificados nuestros contactos, nos situaremos en la "tuerca" de la esquina superior de la pantalla (a la derecha de nuestro nombre). Dentro del nuevo menú haremos clic en Configuración de la privacidad.

Aquí lo que se pretende es determinar de forma predeterminada que contactos puedan ver nuestras publicaciones sin tener que establecerlo cada vez que publiquemos algo. Por supuesto, si queremos que una publicación sea visible para todos (o para otra lista de contactos), lo podremos cambiar manualmente en el momento que publiquemos, pero si de manera general queremos que nuestras publicaciones no sean visibles para los contactos establecido en una lista, esta opción nos puede venir muy bien.

Si solemos publicar cosas que puede leer hasta aquellos usuarios que no son nuestros contactos, marcaremos la opción de “Público” (esto no lo recomiendo, pues cualquiera verá lo que publiquemos). Si como es más común, solo deseamos compartir las publicaciones con nuestros contactos que tenemos agregados, seleccionaremos “Amigos”. Pero si queremos precisar más y detallar quienes de nuestros contactos verán nuestras publicaciones y quienes no, seleccionaremos “Personalizado”, lo que nos llevará a otra ventana en la que podremos elegir que lista de usuarios podrán leerlas o que contactos individuales o grupo de ellos no podrán hacerlo.
 
Otro punto problemático es el descontrol que podemos sufrir con el etiquetado que hacen nuestros contactos de fotos e imágenes donde aparecemos. Los chicos de Facebook han aprendido muy bien la lección, y han implementado dos opciones sumamente interesantes para solucionar cualquier problema que nos pudiera surgir evitando que aparezca algo que no deseamos que sea público. Para ello necesitaremos editar la configuración de la “Biografía y etiquetado”. En este nuevo menú aparecerán entre otras opciones la de revisar las publicaciones en las que nos etiquetan y la de aprobación de etiquetas que las personas agregan a nuestras publicaciones. De este modo cada vez que alguien nos etiquete, tendremos que autorizarlo antes de que esta publicación llegue al resto de nuestros contactos. 


Las aplicaciones que autorizamos en Facebook también pueden darnos algún que otro quebradero de cabeza pues sin apenas percatarnos de ello concedemos permisos para que éstas publiquen en nuestro nombre. Para ver el listado de aplicaciones que tienen permisos nos dirigiremos a la sección de “Aplicaciones” dentro de configuración de la privacidad. Una vez dentro cliqueamos sobre “Editar la configuración” del bloque “Aplicaciones que utilizas”. De este modo accederemos al listado de las aplicaciones que hayamos concedido permisos en algún momento, así como también podremos cambiar la configuración de quien pude ver las publicaciones que hace cada una de las aplicaciones en nuestro nombre, ver los últimos accesos que ha hecho cada aplicación de nuestros datos personales e incluso revocar los permisos que en su día concedimos y restringir totalmente el acceso a nuestros datos por parte de cualquiera de las aplicaciones que no nos fiemos o no nos interese tener vinculadas a nuestros datos.



Hasta la próxima!