El Contable Curioso

1 de junio de 2013

La nube es también musical

El consumo actual de música es muy diferente al que existía hace poco más de una década. Aquel tiempo en que era preciso ir cargados con un Walkman y un par de CDs con unas cuantas canciones queda ya muy atrás. La aparición del primer iPod de Apple en otoño de 2001 revolucionó la industria musical ya que nos permitía llevar con nosotros varios centenares de canciones en un solo dispositivo que cabía en la palma de la mano.

Los tiempos continúan cambiando y prueba de ello es que en noviembre de 2011 aparecía otra creación de Apple: iTunes Match en el que podíamos subir toda nuestra biblioteca musical a la nube y acceder a ella desde cualquier lugar. Además podíamos escanear nuestra biblioteca e iTunes Match detectaría que canciones están disponibles en el store de Apple para darnos acceso a una versión con la máxima calidad de audición. Esto es, podríamos blanquear todas nuestras canciones, hasta un límite de 25.000, independientemente de como las hubiésemos conseguido (comprándolas legalmente o conseguidas en redes P2P) y convertirla en totalmente legal y si no lo era antes, a 256Kbps agregándole su portada y metadatos... todo ello previo pago de una cuota anual de 24,99 euros.

Apple destaca por ofrecer servicios innovadores y ser los pioneros en el sector.


Un año después aparecía Amazon Cloud Player, coincidiendo con la apertura de su tienda de música. Su funcionamiento es muy similar: nos permite subir toda nuestra música (con un límite de 250.000 canciones) a los servidores de Amazon, pudiendo escanear nuestras canciones en búsqueda de coincidencias en su tienda  para ser, de este modo, convertidas a una calidad superior y en MP3. Al igual que el servicio de la manzana, la cuota anual es de 24,99 euros.

Con motivo de la inauguración de la tienda de música de Amazon, se estrenó este servicio que multiplicaba por diez el límite de canciones para poder subir a la nube.


El último en aparecer ha sido el servicio gratuito que nos ofrece Google con su Google Play Music. Al igual que en los casos anteriores, nos permite almacenar en la nube nuestra biblioteca guardada en nuestros dispositivos para después poder escucharla vía streaming desde nuestro smartphone (por ahora no hay versión oficial para iOS) u ordenador. Del mismo modo, si se encuentran coincidencias con las canciones que ofrece Google Play, estas canciones pasan a ser blanqueadas a una calidad de 320Kbps. Y lo mejor de todo: completamente gratis y hasta un límite de 20.000 canciones, algo menor que lo ofrecido por la competencia de pago, pero suficiente para cualquier usuario medio.

Para poder utilizar el servicio de Google Play Music debemos registrarnos o asociar una cuenta de cualquiera de los servicios de Google (Gmail, Google Plus, Youtube, etc).

Lo más cómodo es asociar nuestra cuenta de Google, si todavía no tenemos una, ya va siendo hora de que la tengamos y disfrutemos de los servicios que nos ofrece el gigante de Mountain View.


Una vez iniciada sesión, deberemos descargarnos el gestor Music Manager con el que sincronizaremos nuestra biblioteca.

Con Music Manager podremos sincronizar de manera automática las carpetas de nuestro equipo, añadiéndose de forma automática todas las canciones que posteriormente incorporemos.


Además como en el resto de servicios podremos acceder a nuestra colección musical desde cualquier ordenador o dispositivo con  Android (actualizado al menos a su versión Jelly Bean).

Vista de mi biblioteca musical actual.






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